Cantos y gritos de guerra elevados hacia el cielo,
la sangre y la verdad llaman,
no se huye de uno mismo,
en todo sitio ha de encontrarse.
Respira profundamente Nicolás,
tu corazón llama desde lo profundo,
tanto como la religiosidad,
esfuérzate por ser feliz
Ha de orar con la miraza alzada a la bóveda,
lucha hasta morir, no puedes claudicar,
Tú crees en Ti.
El miedo es su compañero; no es Dios sino hombre,
cultivará la fe de los mortales,
ya comenzó a hacerse hombre.
sábado, 3 de octubre de 2009
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