domingo, 16 de mayo de 2010

VII

Estimado Nicolás, te sientes reconfortado y cansado,
y aunque no parezca, esta extraña mezcla tiene algo de verdad,
te permite discernir lo que eres y lo que no eres,
la masa te puede ensalzar, te puede escupir,
te puedes ensalzar, y te puedes escupir,
la diferencia estará en tu voluntad y en los medios.

Por lo menos puedes llamar como tuya a tu alma
después que el Creador afirme su autoría,
o amas lo que eres o lo desprecias con miras a mejorar,
todo lo que tu alma produzca lo llamas como tuyo,
tu razón de orgullo, tu trofeo, intransferible, honorable quizás,
y poco a poco elaboras y conoces el concepto de honorable propiedad.

No tienes que desear el mal a nadie,
no tienes que adular a tu projimo,
mucho menos intimidarlo con métodos baratos,
ni te interesa pisarle los talones,
sólo necesitas tu esfuerzo y a tu Dios,
y como el viento, lo bueno llegará.

Lo único intrigante después del futuro,
porque la muerte es lo único seguro,
es encontrar un amor mortal y sincero
después de la incondicionalidad familiar,
alguien que ame no la figura o la imagen,
que ame tu esencia, el defecto y la virtud.

Tú no eres para este mundo,
mucho menos este mundo para ti,
ama tu libertad, busca siempre lo bueno,
no caigas en el mismo y vano crimen
que muchos por el vacio de su alma
han cometido contra ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario