Dios mío, Dios mío,
¿por qué le has abandonado?,
le has dejado luchando solo,
y no puede comprender tu camino.
Pareciera que después de tanto esfuerzo,
no hubiera valido para nada,
el, creyendo en ti, te sufre,
¿Dónde te encuentras?
Ya esta harto y desesperado,
no duda de ti, pero no te comprende,
¿qué estás tramando?,
¿o por primera vez estás jugando
con un indefenso ser humano?.
Por un lado recibe la burla de su prójimo,
de su fracaso, de su caída;
por el otro lado un aliento de esperanza,
¿pero porqué le has abandonado?,
si él te lucha y te busca,
¿dónde te escondes?,
¿por qué no le permites
encontrarse con su verdad?
Le has escondido de Sí mismo
bajo la esperanza de llegar a ser feliz,
¿hasta cuando durará tu prueba?,
¿hasta cuando durará tu designio?,
no se encuentra así mismo,
no te puede encontrar,
¿cual es el sentido de todo esto?,
mortales teníamos que ser...
lunes, 28 de septiembre de 2009
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